Este cuento trata de una persona en particular: yo. Es una historia como bien dice el título, sobre un amor que estuvo pero no floreció… es sobre una amiga que conocí hace 6 años, cuando llegó a mi colegio no dejaba de pensar en ella, era hermosa, me gustaba todo de ella, su sonrisa, sus ojos, sin olvidar su carisma que me iluminaba como el sol al amanecer, ella era como la luna que me hipnotizaba por las noches.
Al cabo de dos años ya éramos muy buenos amigos. Llegado el momento indicado me decidí a confesarle lo que sentía por ella… llegué un día, al colegio, comencé a hablar con ella sobre lo que ella sentía, lo que yo sentía, y de la nada me salio el TE AMO, maldita frase mal usada!! Mal gastado! Frase que usamos cuando no tenemos palabras para expresar lo que sentimos…como debí esperar su reacción fue totalmente distinta a la que yo esperaba, se puso roja, nerviosa, empezó a mirar a todos lados y me dijo “ Javier, tu y yo solo podemos ser amigos…lo siento.”
Eso fue hace cuatro años, en ese momento decidimos separarnos un tiempo, fueron cuatro meses, cuatro meses de sufrimiento pero de recapacitación! Cuando ya volvimos a hablarnos todo había cambiado, pero no para mal sino para bien, nos teníamos mas confianza que antes, así pasaron hermosos tres años mas, el año pasado descubrí que todavía sentía cosas por mi amiga, lo peor es que me sentía un poco “enamorado” me dije “NO OTRA VEZ!!” pero como es el destino, un día en una fiesta mi amiga se acercó, me dijo que me veía fabuloso, me agarro y me dio el mejor beso de toda mi vida, se me había olvidado todo alrededor, solo era yo y ese beso… cuando abrí los ojos, mi amiga estaba llorando, y así mismo me dijo que había empezado a sentir cosas por mi pero que por pega de su padre se tenían que ir de la ciudad… ¿adonde? Javier, me voy a Canadá… lo siento.
Jamás la volví a ver, pero siempre sueño con ese beso de mi amor prohibido.
Al cabo de dos años ya éramos muy buenos amigos. Llegado el momento indicado me decidí a confesarle lo que sentía por ella… llegué un día, al colegio, comencé a hablar con ella sobre lo que ella sentía, lo que yo sentía, y de la nada me salio el TE AMO, maldita frase mal usada!! Mal gastado! Frase que usamos cuando no tenemos palabras para expresar lo que sentimos…como debí esperar su reacción fue totalmente distinta a la que yo esperaba, se puso roja, nerviosa, empezó a mirar a todos lados y me dijo “ Javier, tu y yo solo podemos ser amigos…lo siento.”
Eso fue hace cuatro años, en ese momento decidimos separarnos un tiempo, fueron cuatro meses, cuatro meses de sufrimiento pero de recapacitación! Cuando ya volvimos a hablarnos todo había cambiado, pero no para mal sino para bien, nos teníamos mas confianza que antes, así pasaron hermosos tres años mas, el año pasado descubrí que todavía sentía cosas por mi amiga, lo peor es que me sentía un poco “enamorado” me dije “NO OTRA VEZ!!” pero como es el destino, un día en una fiesta mi amiga se acercó, me dijo que me veía fabuloso, me agarro y me dio el mejor beso de toda mi vida, se me había olvidado todo alrededor, solo era yo y ese beso… cuando abrí los ojos, mi amiga estaba llorando, y así mismo me dijo que había empezado a sentir cosas por mi pero que por pega de su padre se tenían que ir de la ciudad… ¿adonde? Javier, me voy a Canadá… lo siento.
Jamás la volví a ver, pero siempre sueño con ese beso de mi amor prohibido.
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